-Todos la queríamos, era una mujer exquisitamente bella por dentro y por fuera, servicial y sumamente bondadosa. Siempre dispuesta a todo por el bien de los demás.
Si alguien menciona esto cuando me muera, significará que habré fracasado estrepitosamente en todos mis propósitos vitales. Futuros y viejos amigos y amigas, sepan ustedes que no me mueve el instinto maternal, ni el sentimiento de culpa. No soy una princesa Disney reconvertida en heroína de comic y jamás seré capaz de rellenar un sudoku.
Soy un proyecto de canalla con una sexualidad nada inmaculada y unas ideas del amor sopesadamente científicas que no echan de menos ensoñación alguna. Lamento no caber en el estereotipo de lo que ustedes consideran una gran mujer, pero Dios mío, que bien me lo paso.
Gracias.
Sinceridad desvergonzada, simplicidad que no es simple y una dosis de personalidad. Súmale el factor sorpresa cuando se trata de alguien que "acabas de conocer" y obtendrás, sin duda, las mejores acompañantes en prosa para un lunes a las 2 de la mañana. Genial Amandix!
ResponderEliminarAhora que lo pienso, mentira, siempre lo pienso, exponerse sinceramente sí que da verguenza, pero me alegro de que te guste (lo contrario sería un problema)
ResponderEliminarIntentaré mantenerme a la altura de los halagos, aunque, no prometo nada!