Desayunos folklóricos

Atardecer de verano en Córdoba 
Estoy escribiendo mientras desayuno, o viceversa. Me estoy  preparando para volver a mi piso y seguir haciendo las maletas. En unos días volveremos a Andalucía, corrijo, viviremos en Andalucía, por lo que ahora, mientras mi mente se haya inmersa en un vals de gazpachos, salmorejos, y berenjenas gratinadas, no puedo quejarme de nada. 

La vida nómada y yo



Excursión por el Teide, Tenerife

Voy a mudarme, lo cuál no sería nada raro para una joven española sumida en una crisis nacional, pero lo es un poquito más teniendo en cuenta que desde que empecé este blog, me he mudado ¡Nueve veces! de casa. Incluyendo casas españolas con un "Cristo del Gran Poder" encima de la cama, y europeas con calefacción central  a monedas (sí, juro que siguen existiendo). ¿Cómo lo he hecho sin apenas dinero? No lo sé. ¿Por qué la vida me agita como a una hoja otoñal? No lo sé. Miento, es que yo me dejo. Aprovecho las oportunidades de montarme en un avión como quién se agarra a un clavo ardiendo. Lo cuál, habiendo nacido en una  isla en medio del Atlántico, no es una idea tan descabellada.

¿Y qué tiene esto de interesante? Pues para mí mucho, porque es la primera vez en mi vida que me mudo no por perseguir alguna meta, por muy pequeña que sea, sino para "perseguir" a una persona. Mmmm, suena bastante mal, pero juro que hablo de amor. Me mudo porque han cambiado las condiciones de trabajo de la persona con la cuál comparto mi vida en esta isla, y aunque todavía no sabemos el lugar exacto porque seguimos las órdenes de una economía salvaje, loca, e injusta, sabemos que será en unas pocas semanas, y a una ciudad española. Lo cierto, es que teníamos algunos planes aquí que han muerto aplastados. Pero ésta con la que hoy amanecemos, es otra oportunidad

Si bien estaré desocupada al princpio (lo cuál no es sino lógico) tengo algún proyecto que otro en mente. Mientras tanto he pensado en recopilar todo aquello que he escrito y no he publicado, o he publicado en webs perdidas en el espacio sideral, que al fin y al cabo, sigue siendo parte de la herencia pseudofilosófica de una servidora. Además, tampoco es una mala forma de matar el tiempo teniendo en cuenta que cuando escribo, las horas se me pasan volando.

Mientras nada se sabe, todo es posible. Buenas noches navegantes.