Hoy he descubierto que alguien me ha encontrado en google tecleando "te voy a llenar de jazz". Dios, haz que conozca a esa persona.
Luego, de camino al colegio de trabajadores sociales me he puesto a escuchar un mix de programas de radio mañaneros y he aprendido con creces qué es un reactor nuclear y cuántos supuestos diferentes de cómo podría estallar podemos crear hasta que quememos la noticia de tanto usarla.
En el colegio hay que pagar un pastón, y no hay orientación sin pagar un pastón (pastón para las economías estudiantiles y no tanto). Una vez recuperado el aliento al llegar a casa (digamos que en mi mapa desastrosamente dibujado no tuve en cuenta las distancias) me he hecho dos bocadillos de nocilla, he cogido un brick gigante de jugo de melocotón y me he sentado a reflexionar delante del tendedero, así, porque si.
Es verdad que las crisis estimulan la creatividad y el ponerse en movimiento, y aunque tengo mil comentarios sarcásticos que hacer tras esta afirmación, sigo con mi plan de desintoxicación y así tendré que dejarla.