Reflejo plateado del Guadalquivir, Sevilla |
Ellos con las manos en los bolsillos y principios de ataques de ansiedad, ellas sentadas en la cama preguntándo por qué con ríos de rimmel en las mejillas. Todos enfrentando la verdad, todos imaginando qué nuevos amantes cubrirán el vacío hasta que ya no se aprecie el eco. Aunque sea raro acostarse con alguien y ver a otra persona, aunque sea raro, sólo lo es unos días. Drama en estado puro para las venas.
Hace tanto tiempo que no puedo imaginar una alianza sin una ruptura, que me estoy empezando a preguntar si alguna vez alguien me leyó cuentos de hadas.
Sólo recuerdo a mi abuela inventándose viajes de Willy Fog.
Me encanta el final.
ResponderEliminarMe ha gustado! :D aunque yo soy de las que al pasar por uno de esos puentes y ver los candados diría un "ooohhhh" con tono entrañable jaja habrán miles de rupturas, pero preocuparse por eso me parece una pérdida de energía sin sentido... mejor disfrutar del momento, ya habrá tiempo para llorar (o no, quién sabe) después! :)
ResponderEliminarUn beso enorme! ;)
Gracias chicas! Raquel yo lo intento, pero si no pensara en cosas catastroficas a menudo no sería yo!! jeje besos
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