Tiempo para sentir

Atardecer en Edimburgo
Ésta es una foto de mi último paseo por Edimburgo, a esa hora crucial en la que la luz y la oscuridad se ceden el turno con calma. Me atrevo a decir que disfrutan de ese momento, a juzgar por el juego de colores del que hacen gala juntas. Ojalá pudiéramos decir lo mismo de todas las emociones que habitan en nosotros a lo largo del día, y a las que a veces ni siquiera dejamos espacio para ser vividas. Las apartamos, las disfrazamos, incluso hacemos que no existen. Y luego, un día sentimos un vacío enorme sin saber por qué,  y  entonces llegan los problemas, porque no nos hemos concedido tiempo para sentir. Llega un momento en el que aprendes que necesitas sentarte y paladear la alegría, pero también la tristeza; dejar que transiten sobre la piel y fluyan conscientemente, porque esa es la única manera de que no bloqueen tu vida, y de que el equilibrio te alcance.

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