Al futbolista hormonado que me ayudaba en matemáticas
Al alto, moreno, y poco sensato hijo de la panadera
Al artista polifacético con el que escribía versos en la playa
Al diplomático que apoyó mi irracionalidad a toda costa
Al estudiante de cirujía que sólo a mi me caía bien
Al sosegado e implacable rey del cinismo
Al botones rubio, alto y guapo que sólo era rubio, alto y guapo
A todos aquellos que perduraron algún tiempo en mi vida y memoria y a aquellos otros a los que algún mecanismo cerebral me ha hecho olvidar (mentira, me daba pereza alargar la lista), gracias por compartir conmigo todos los recursos físicos y psíquicos que sostienen una relación, y que me han ayudado a elaborar algunas humildes teorías para avanzar con confianza y, sobre todo, vivir aprendiendo:
In sex we trust. Amén.
Toda una bolamundi de personajes :)
ResponderEliminarDivididos en estados no estáticos. Son todos los que están, pero no están todos los que son!
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