The L Word

–Te equivocas, Islandia está helada, Groenlandia es verde- son las últimas palabras que pronuncia el protagonista antes de que aparezcan los créditos. Sandra apaga la televisión con una mueca de indiferencia absoluta, recoge los restos de pizza de la mesa y se dirige a la cocina con parsimonia.
-¿Quieres dar una vuelta?-María se reclina en el sofá hasta el punto en que todo su cuerpo descansa en horizontal, de tal modo que parece pedir a gritos un "no me apetece" por respuesta.
-No me apetece.
-Sandra estoy un poco harta de esto, no vengo aquí para que finjas que no existo.
-Entonces no deberías venir aquí.
- Joder, si vengo es porque tengo la esperanza de que todo cambie.
-Pues deberías dejar de creer en cuentos de hadas y en reconciliaciones absurdas-. Sandra que ya ha recogido todos los restos de una cena absolutamente indigesta, toma asiento en el brazo del sillón y enciende el último pitillo de la caja-.Espero que no estés aquí pensando que en algún momento y movida por una absurda pasión que no tiene en cuenta el amor a una misma me abalance sobre tí- mientras da una calada dirige hacia su acompañante una mirada que perfectamente podría dirigir a una pared- esto no es The L Word.
-¿Sigues queriendo que me olvide de ti?
-Eso es una estupidez; no puedes olvidarme si nunca me has tenido en cuenta más que a una manta eléctrica.

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