A partir de hoy, las librerías, con acopio de nuevas y viejas editoriales, surtirán las cortas tardes de novelas a granel. Se derramará en los mostradores un arcoiris de agendas juveniles con todo un calendario de días a estrenar. Todos los libros adquirirán ese olor característico de vuelta a empezar. De camino a casa, la lluvia nos sorprenderá sin paraguas, y mientras apresuramos los pasos la melancolía saltará a nuestro encuentro bajo un cielo plomizo. Septiembre empieza hoy, y soy condenadamente feliz por ello.
Hola Amanda. Te he visto en el blog de Molano: es un tipo encantador.
ResponderEliminarCrees en septiembre. Bueno, la verdad es que ha sido difícil creer en este agosto: nos hemos achicharrado literalmente.
Me da un poco de pena la chica de la foto de esta entrada: ¿tiene que ordenar todo ese caos (¿elegante?) de libros?
Saludos.
Es curioso cuántos, como tu y como yo, celebran en sus blogs la llegada de Septiembre. Unos lo relacionan con el olor del material escolar de su infancia, otros con la rentrée teatral, con los libros..
ResponderEliminarVoy a leerte mas que me está gustando
Hola José. Esperemos por su bien que esté posando,pobre. La verdad es que yo me he salvado del calor por pasar casi todo el verano en Tenerife, pero el otro medio en Granada: horror, horror.
ResponderEliminarGracias Molano, a mi me alegró no ser la única que tiene esperanzas en septiembre, es que me resulta casi más emocionante que un fin de año.
Vaya, llegué por aquí de casualidad... me gusta tu blog, y me sorprenden las coincidencias, ¡te leeré a menudo!
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