Sobre Torremolinos y las oportunidades perdidas

Daba vueltas somnoliento sobre su colchón de latex cuando un impulso seco de felicidad se le coló en las costillas erizándole la piel. Contra la pared latía un viejo cd de The Police a cuyas letras había asignado imágenes aleatorias de Seattle que ahora brillaban delirantes al ritmo del saxo. ¿Era posible que aquella mujer existiera? No era una pregunta retórica; ella existía. Sabía que ella también soñaba con ingresar en la escuela de actores, y empezar algún día una gira en Argentina.


Ambos tenían abuelos comunistas a quienes les gustaba escuchar durantes horas. En el trabajo, donde compartían planta, habían comprobado que también compartían sueños descabellados e incluso absurdos para todos los demás. Sin embargo lo que a él le cautivó de forma inminente fue encontrarla en su videoclub. Sonrió al recordar cómo en el pasillo de clásicos, ella le apuntó con su película de Hitchcock y le dijo que dejara de seguirla.

Les brillaban aturdidos los ojos, como el destello de dos espejos al encontrarse. Además de todo aquello, compartían timidez, y esa atractiva mueca de cinismo que los mantenía callados aún cuando podrían comerse hasta el alma.

Cuando una mañana, una mirada opaca y perdida acompañaba a nuestro fan de Sting al trabajo, una secretaria delgaducha en cuya presencia apenas había reparado desde que entró en la empresa, se acercó a preguntarle qué le pasaba, lo miró a los ojos, y mientras le tomaba la mano, comenzó el discurso más empático que nuestro protagonista había oído en su vida. Dos meses más tarde, seguían tomados de la mano en el tren de regreso a casa. Sus vidas estaban extrañamente complementadas pese a que la secteraria era fan de Bustamente, soñaba con una luna de miel en París, y su plan más descabellado contemplaba pasar las vacaciones con aquel agente de publicidad de mirada perdida en Torremolinos.

¿Que fue de la fan de Hitchcock? Reflexiona sobre la importancia de llegar a los lugares y a las personas a tiempo, entre los brazos musculados del jefe de ventas, exnovio de la secretaria empática y fan absoluto de José Tomás.

2 comentarios: